Cuánto cuesta comprender una simple frase: “Tú sabes dónde encontrarme”, solo me dejó como siempre, como tantas veces me he rallado con tu silencio, sólo entendí, todo contra mí, contra mis sentimientos y contra los tuyos; mi razón y la justicia me decían que nada de lo que haga haría cambiar las cosas, me decían detente, no hagas más, y tu silencio; tu silencio que me ha matado de a pocos, terminó por amputar las ganas que tenía de luchar… y la otra historia que ya no podía dañar… todo se prestaba para no dar un paso más… Aquel día de febrero, pensé que al fin mis ruegos habían sido escuchados, dijiste: Sí, no me importaban lagrimas de otra historia, no importaba nada ya, debía estar feliz, pero no sentía tal euforia, tu no estabas ahí, quizá porque el final lo veía venir…terminar callada, caminando hacia mi “todo acabó, no luches más”, callada, ¿qué querías que te dijera?, mis lagrimas hablaban por mí, cómo lo hacía tu silencio cuando te necesité oír, callada porque no creí merecerlo
Compartir, sentimientos, plasmar emociones, hallarte en la nada, en medio de todo, suspirar y suspirar hasta decir basta.....aquí estamos tu y yo....