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EL TREN DE LA OPORTUNIDAD

No entiendo como las cosas nos pueden cegar, como la paciencia se acaba y transforma todo; cómo inconscientemente, se cambia algo tan mágico, y no damos valor adecuado a lo que amamos, soy culpable, la culpa la tengo, y ahora la asumo, quizá no lo hice de la manera correcta, tuve pequeñas felicidades, momentos mágicos que llegaron a mi memoria…de ahí a esta parte intenté recuperar lo perdido, cobrando valor y retrocediendo equivocadas veces, razón suficiente como para terminar de dañarlo todo, PERDÓN, aunque lo haya pedido mil veces; han transcurrido los años y he tratado de engañarme… Lo sé, perdí mi oportunidad, ya no hay esperanzas, a veces suelo engañarme, dando una gota de ésta a todo, pues son mis kajitas de recuerdos las que me mantienen con la espera, aunque en la realidad me encargue de confundir al mundo, incluida yo con mis fantasías, y con estos escritos que han sido parte esencial de lo que kajita ha vivido… qué nostalgia, extraño esa lluvia, esos chistes simples, esa indiferencia suya tan nata, sus maneras mudas de decir te quiero, y los tan distanciados escritos que aún conservo…bueno sólo para mencionar lo único lindo, porque de ahí hasta esta fecha, ya todo está dañado, ya nada puro existe…¡qué pena!

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ME HUELE A NADA

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