Tras cuatro medidas, nada isosceles por cierto expresaba un vacío rebosante, una invidencia a las cosas que valen el arco iris tras el ocaso del monstruoso diluvio... ahì estaba yo, estando sin estar, mirando en la oscuridad, cerrandome al hecho de creer que hay mas, que también hay cosas que me pueden sosegar, cosas y hechos que me pueden cambiar, Considerando que verdad fuera, la luz al final del túnel, osé colocarte hoy en aquel lugar, aquél cargado de cambios, llenante de ánimos con el que siempre desde esa ventana te asocié... porque mientras existen entes que inducen negatividad, el agua y el aceite no se pueden juntar, y aunque no me da igual, nada me puede transformar para mas mal, a dónde más, si la muralla no tiene distancia entre ella y yo, hacia dónde mas si el trono que ocupa Aquiles en mì ya no cae mas, eso me enseñaste tú, que ya habrá hora de parar, ¿verdad? y a partir de ello he visualizado segundo a segundo la distancia de una gota de lluvia, me he permitido rescatar a mis oídos el goteo cesante de una visita a mi mejilla estrellandose en la almohada, logrando por fin saciar su causa...A partir de ahí.
Ahora tras muchos ocasos entiendo que cada movimiento del segundero tiene su fin, y que aquellas distancias de gotas que mi oido rescató, me permitieron crecer, mejoraron la técnica de saberme amar, valorar, y de encontrar el zoom perfecto de la lupa para encontrar las joyas en el pajar, me permites soñar, descubrir el brillo en tus frases. En lo bien que me hacen, y se van despidiendo las manchas de tan opacada imaginación mía, ahora eres la luz que emana tu ventana, eres el aliento de cada nuevo comienzo, eres el bastón que da soporte a mis pilares, así desde tan lejos y sonrío porque a pesar del cambio de gesto con muchas caretas descubiertas, de las que siempre nos rodeamos, existes tú, para hacerme entender que mi tiempo y mi sinceridad lo valen. Porque eso de ti recibo. Y lloro, de emoción porque todo vale la pena. Tú, mis amigos, mi familia, todo, gracias Berna
No recuerdo el día exacto en que por aras del destino, lo tuyo se cruzó en mi entorno, sé que no eras tú, eran tus cosas, tu trabajo, tus frases y los tantos atropellos que también te rodeaban, ha pasado el tiempo desde aquel mediado de marzo, y ahora si, llegaste tú, con tus cosas, con tu todo, y guardo esta magia de estar contigo, sin verte…Ahora tengo que agradecerte por ser partícipe en mi antigua soledad, porque con tu mundo, con tus cosas, has logrado pintar el arco iris que ahora me emociona y que me despierta, desde allí, donde estás, a kilómetros, a diferencia de horas, entre cambio de horarios, anunciando la guerra entre música latina y flamenco, aún así, siempre has estado aquí, con la sentimental, vulnerable de siempre, PUNTO COMÚN…mas de uno creo yo, lo sabemos... en fin…
Ahora tras muchos ocasos entiendo que cada movimiento del segundero tiene su fin, y que aquellas distancias de gotas que mi oido rescató, me permitieron crecer, mejoraron la técnica de saberme amar, valorar, y de encontrar el zoom perfecto de la lupa para encontrar las joyas en el pajar, me permites soñar, descubrir el brillo en tus frases. En lo bien que me hacen, y se van despidiendo las manchas de tan opacada imaginación mía, ahora eres la luz que emana tu ventana, eres el aliento de cada nuevo comienzo, eres el bastón que da soporte a mis pilares, así desde tan lejos y sonrío porque a pesar del cambio de gesto con muchas caretas descubiertas, de las que siempre nos rodeamos, existes tú, para hacerme entender que mi tiempo y mi sinceridad lo valen. Porque eso de ti recibo. Y lloro, de emoción porque todo vale la pena. Tú, mis amigos, mi familia, todo, gracias Berna
No recuerdo el día exacto en que por aras del destino, lo tuyo se cruzó en mi entorno, sé que no eras tú, eran tus cosas, tu trabajo, tus frases y los tantos atropellos que también te rodeaban, ha pasado el tiempo desde aquel mediado de marzo, y ahora si, llegaste tú, con tus cosas, con tu todo, y guardo esta magia de estar contigo, sin verte…Ahora tengo que agradecerte por ser partícipe en mi antigua soledad, porque con tu mundo, con tus cosas, has logrado pintar el arco iris que ahora me emociona y que me despierta, desde allí, donde estás, a kilómetros, a diferencia de horas, entre cambio de horarios, anunciando la guerra entre música latina y flamenco, aún así, siempre has estado aquí, con la sentimental, vulnerable de siempre, PUNTO COMÚN…mas de uno creo yo, lo sabemos... en fin…
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Berna
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